Actividades

Lugar:

Santander

29-31 de Oct, 2015 IV Congreso en Santander
IV Congreso en Santander IV Congreso en Santander IV Congreso en Santander

Ya están disponibles todas las ponencias llevadas a cabo en el Palacio de la Magdalena de Santander del 29 al 31 de octubre.

Además tenéis un resumen de su contenido y en la sección de Poster podéis descargar todos los presentados.

MESA 1. ACTUALIZACIÓN EN ENDOCARDITIS INFECCIOSAS.

Resumen: A pesar de los avances en su diagnóstico y tratamiento, la endocarditis infecciosa (EI) continúa siendo una enfermedad grave asociada a una elevada morbi-mortalidad. El pronóstico y la evolución de los pacientes con El,  están condicionados en gran medida por la obtención de un diagnóstico etiológico rápido y preciso, que es imprescindible para instaurar un tratamiento antibiótico adecuado y precoz. Los métodos empleados para su diagnóstico microbiológico, se basan principalmente en el aislamiento de los microorganismos responsables en el hemocultivo y en mucha menor medida en la serología y el cultivo del tejido valvular. Sin embargo, en un porcentaje variable de casos no se llega a un diagnóstico etiológico, sobre todo por la negatividad de los cultivos. Este hecho, puede deberse al tratamiento antibiótico previo de los pacientes y en unos pocos casos, a la presencia de microorganismos difíciles de cultivar. En los últimos años, aunque el hemocultivo sigue siendo la herramienta principal para el diagnóstico microbiológico de la EI, se han introducido métodos basados en PCR o proteómica que facilitan una detección e identificación más rápida de los microorganismos y permiten detectar los que no crecen en los hemocultivos. Por otro lado, hay que considerar que el aumento de endocarditis asociadas a materiales protésicos, requiere además incorporar nuevos métodos de procesamiento y estudio de las muestras, como es la sonicación. En esta ponencia, se revisarán las recomendaciones sobre diagnóstico microbiológico que se recogen en las guías más recientes manejo de la EI. Así mismo, se revisarán las novedades existentes en los métodos de diagnóstico microbiológico de la EI (PCR’s, Maldi-TOF, sonicación de dispositivos de electroestimulación, etc.) sus ventajas e inconvenientes y su posible aplicación en los laboratorios de Microbiología Clínica. Una vez que el patógeno se ha identificado (normalmente en 24-48 h), el tratamiento antibiótico debe adaptarse a su patrón de susceptibilidad antimicrobiana.

 

Resumen: El tratamiento empírico de la endocarditis infecciosa (EI) debe iniciarse sin demora en todos los pacientes con un cuadro clínico agudo tres la obtención de tres series de hemocultivos no simultáneos por punción venosa a intervalos de 30 minutos.  La elección inicial del tratamiento antibiótico empírico dependerá de dos situaciones: A) Si la infección afecta a una válvula nativa (en un drogadicto o en la población general) o a una prótesis valvular y en el segundo caso de  cuando se realizó la cirugía (precoz o tardía); y B) Del lugar donde el paciente adquirió la infección (comunidad o nosocomial o asociada a los cuidados sanitarios) ya que nos sugerirán la etiología más probable y por tanto si los microorganismos pueden tener resistencia antibiótica. En la endocarditis comunitaria sobre válvula nativa o protésica tardía deberían cubrirse Staphylococcus aureus, estreptococos y Enterococcus faecalis, en general sensibles a los antimicrobianos y en la endocarditis no comunitaria o protésica precoz los mismos gérmenes añadiendo los estafilococos coagulasa negativos y E. faecium, siendo todos ellos con mayor frecuencia resistentes a los antimicrobianos. Ni en el primer ni en el segundo escenario las guías clínicas de la AHA y la ESC del año 2015 han cambiado las recomendaciones del tratamiento antimicrobiano empírico. En el primer escenario la ESC recomienda utilizar la ampicilina y/o cloxacilina/nafcilina y gentamicina y la AHA la vancomicina y cefepima o ampicilina-sulbactam o ceftriaxona. En el segundo escenario, la ESC recomienda vancomicina con gentamicina (y rifampicina si hay una prótesis) y la AHA la misma combinación añadiendo cefepima. Este autor considera que la vancomicina en monoterapia no debe emplearse nunca para el tratamiento empírico de la endocarditis infecciosa, que en la endocarditis comunitaria grave debería añadirse daptomicina a la cloxacilina/nafcilina para mejorar la actividad bactericida frente a S. aureus y que en la endocarditis nosocomial o asociada a los cuidados sanitarios, debido a la etiología y la posible resistencia antimicrobiana, la mejor combinación empírica sería la de daptomicina y ceftarolina que cubre a los estafilococos resistentes a la meticilina, los estreptococos del grupo viridans resistentes a la penicilina y la los enterococos resistentes a la vancomicina o con alta resistencia a los aminoglucósidos.  Una vez que el patógeno se ha identificado (normalmente en 24-48 h), el tratamiento antibiótico debe adaptarse a su patrón de susceptibilidad antimicrobiana.

Resumen: La experiencia del cirujano en el tratamiento de la Endocarditis Infecciosa complicada, es uno de los aspectos que afectan de forma más marcada en la mortalidad de ésta patología. Los dos objetivos primarios de la cirugía son el desbridamiento radical del tejido afectado y la reconstrucción de la morfología cardíaca, a menudo, muy compleja. Las series quirúrgicas han mostrado que los resultados están más relacionados con la capacidad del cirujano para reconocer y eliminar el tejido infectado, que con el tipo de prótesis empleada. Cuando sea posible, es preferible la reparación a la sustitución valvular. Dado que la endocarditis complicada es una patología infrecuente, y asocia la más grave destrucción valvular, el entrenamiento quirúrgico es difícil y prolongado. La creación de unidades quirúrgicas de referencia, de ámbito regional, para agrupar los casos complejos, mejoraría la experiencia quirúrgica y el pronóstico de los pacientes.

  • CASO CLÍNICO Dra. Asunción Moreno. Hospital Clinic. Barcelona.

CONFERENCIA MAGISTRAL.

Valoración del tratamiento quirúrgico en los pacientes octogenarios con endocarditis: ¿Cuándo limitar el esfuerzo terapéutico? Dr. Diego Gracia Guillén. Universidad Complutense de Madrid. Académico Real Academia de Medicina 

Resumen: La Limitación del Esfuerzo Terapéutico (LET) ha cobrado en las últimas décadas una importancia teórica y práctica nueva, debido al aumento de la esperanza media de vida de la población y a la capacidad de la medicina actual para prolongar la vida de las personas incluso más allá de lo que parece razonable. Esto ha hecho que se hayan ido poniendo a punto varios criterios para tomar decisiones en este complejo campo. Un primer criterio, este negativo, es que nunca deben limitarse las prestaciones por razón de edad. La edad no siempre se corresponde con la reserva biológica de las personas. De ahí que no pueda convertirse en criterio para la limitación de prestaciones. Estas pueden hacerse por razones biológicas, bien porque un procedimiento esté claramente “contraindicado” en un caso concreto, y por tanto sea contraproducente, bien porque en un determinado paciente aplicarlo resulte “fútil”, es decir, inútil. Además, los pacientes pueden renunciar libremente a ciertos tratamientos por considerarlos muy penosos para ellos, en cuyo caso se habla de procedimientos “extraordinarios”. Y, finalmente, los tratamientos pueden también limitarse por escasez de recursos, sobre todo cuando estos son públicos, por resultar desproporcionada la razón coste/beneficio, y entonces se dice que son “desproporcionados”. En la ponencia se analizará en detalle el contenido de cada uno de estos criterios, así como el modo de llevarlos a la práctica.

MESA 2. INFECCIONES DE DISPOSITIVOS INTRAVASCULARES.

Resumen: La bacteriemia relacionada con catéteres de larga duración (RCLD) es una infección grave relacionada con los cuidados sanitarios. La necesidad de CLD para hemodiálisis, quimioterapia oncohematológica o nutrición parenteral en pacientes con accesos vasculares limitados nos obliga a intentar conservar el catéter. Por ello su diagnóstico sin retirada del catéter tiene especial relevancia. La DPT(cultivos diferenciales de hemocultivos de sangre periférica y catéter central) se ha convertido en la prueba más utilizada, pero presenta limitaciones “en la vida real”, especialmente para S. aureus y Candida spp. A pesar de las medidas de prevención no se logra disminuir la incidencia de BCLD por lo que se ha utilizado el sellado preventivo con antibióticos, etanol y taurolidina con este objetivo. Igualmente retener el catéter mediante selllado y antibioterapia sistémica debe ser un objetivo del tratamiento no siempre posible en pacientes inestables con infección local o metastásica y en determinadas etiologías.

 

Resumen: Los dispositivos de asistencia circulatoria se colocan en parte o en todo en el exterior del paciente lo que implica que una serie de cánulas o cables cruzan la piel y contactan con el propio corazón. Eso da lugar a que se puedan producir infecciones en diversas localizaciones (el propio dispositivo, zonas contiguas, trayecto de cables o cánulas, puntos de salida en piel) con diferente gravedad e implicaciones distintas en cuanto a tratamiento y pronóstico del paciente. La prevención de la infección se basa, además de la obligada asepsia y la antibioterapia profiláctica, en el control de factores de riesgo, correcta técnica quirúrgica y una adecuada orientación , tunelización y fijado de cánulas y cables con diversas posibilidades técnicas. Una vez desarrollada la infección la labor del cirujano se orientará a la limpieza local y el desbridamiento de las colecciones y en casos extremos la recolocación del dispositivo en una zona limpia o la sustitución de todo el sistema.

  • CASO CLÍNICO Dra. Núria Fernández HidalgoHospital Vall   d´Hebron. Barcelona.

PRESENTACIÓN Y ACTUALIZACIÓN DE TRABAJOS GAMES.

  • Endocarditis sin etiología. ¿Son endocarditis realmente? Dr. Manuel Martínez-SellésH.U. Gregorio Marañón. Madrid.
  • Endocarditis por Tropheryma whippleiDr. José Antonio Oteo Revuelta. H. San Pedro. La Rioja.
  • Características y evolución de la endocarditis infecciosa causada por Streptococcus pneumoniae en el siglo XXI: revisión de 111 casos (2000-2013). Dra. Viviana de Egea GarabanoH.U. Gregorio Marañón. Madrid
  • Reparación valvular mitral en pacientes con endocarditis infecciosa. Resultados y factores predisponentes de recidiva. Dr. Gregorio Cuerpo CaballeroH.U. Gregorio Marañón. Madrid.
  • Etiología, tratamiento y pronóstico de la endocarditis en pacientes con prótesis de aorta ascendente. Dr. Antonio Ramos MartínezH.U. Puerta de Hierro. Madrid.

MESA 3. ACTUALIZACIÓN EN INFECCIONES EN PACIENTES CON INJERTOS VASCULARES .

Resumen: La infección de los injertos vasculares es una complicación rara pero que presenta elevada morbilidad y mortalidad, por lo que su diagnóstico precoz es vital para el pronóstico del paciente. Para este propósito se pueden utilizar numerosas técnicas de imagen, entre las que se incluyen la ecografía, tomografía computarizada, resonancia magnética, PET y otras técnicas de medicina nuclear. En esta ponencia se realizará una revisión de las técnicas de imagen disponibles y se discutirán sus ventajas, inconvenientes y utilidad clínica para el diagnóstico de las infecciones de injertos vasculares.

 

 

Resumen: La infección de una prótesis vascular es una complicación poco frecuente (1-6%), pero con unas elevada mortalidad (13-58%) y tasa de amputación (8-58%). La colonización durante la cirugía es la principal vía de contaminación, y la reintervención, el hematoma y la cirugía en la ingle, los factores predisponentes más importantes. Las infecciones precoces están causadas en su mayor parte por S. Aureus y gramnegativos, mientras que las tardías, con menor virulencia, lo están por S. Epidermidis. El diagnóstico es clínico, pero no siempre es evidente, según la localización del injerto. Debido a la colonización por gérmenes como S. coagulasa negativos, en “Biocapas”, los cultivos pueden no detectar su presencia. Cuando se trata de injertos intracavitarios, en tórax o abdomen, el tratamiento más eficaz es la retirada del injerto, desbridamiento extenso, revascularización y aplicación de antibióticos. La revascularización in situ suele ser inevitable para los injertos toracoabdominales, mientras que la extraanatómica sigue siendo la más empleada por su eficacia cuando la infección afecta a una prótesis en la aorta abdominal y/o ilíacas. En caso de injertos infrainguinales, la conducta ideal es la retirada del injerto y, si es preciso, revascularización por vía alternativa o in situ. Cada vez es mayor  la actitud conservadora, manteniendo la prótesis íntegra o parcialmente. La ausencia de gérmenes especialmente virulentos como S.Aureus y Pseudomona, la no afectación de la anastomosis y la ausencia de sangrado, favorecerían esta actitud. Otras técnicas como la cobertura con músculos, sistemas de irrigación, terapia aspirativa (VAC), o tratamiento antibiótico de por vida son fundamentales en estos casos. En el caso de las derivaciones distales, infrageniculares, la mortalidad es menor aunque aumenta dramáticamente la tasa de amputaciones. Finalmente, los accesos vasculares protésicos para hemodiálisis infectados causan entre un 20 y un 30% de todas las muertes de estos pacientes. Salvo una afectación muy puntual, y en ausencia de sangrado o sepsis, es preciso la retirada de los injertos.

 

  • CASO CLÍNICO Dr. Manuel Gutiérrez CuadraH.U. Marqués de Valdecilla. Santander

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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